Economía del Don

Desde los 16 años he querido ayudar a los demás y ser parte de la co-creación de un mundo diferente. Este deseo surge de la necesidad de contribuir a la vida, y se hace más fuerte cuanto más consciente soy de que la vida en la tierra pesa poco en la organización actual del mundo. Siempre quise recorrer este camino sin desviarme de mis elecciones personales y filosóficas por motivos económicos. Es decir que no quiero que la defensa de la vida y el cuidado de los seres humanos se convierta en una profesión como cualquier otra, en una economía donde todo es mercancía, lo que obligaría a que mi actividad se realice desde la rentabilidad y no desde lo que es útil para los seres humanos.  Mi objetivo no es mercantilizar un saber hacer sino colaborar en el surgimiento de un nuevo mundo.

 

También creo que es muy importante que las herramientas que propongo sean accesibles para todas(os). Parte de co-crear un mundo diferente es liberarnos de los efectos de las opresiones sociales por las que hemos pasado. Esos efectos pueden ser las heridas que llevamos desde la infancia, nuestras creencias limitantes, nuestros patrones, etc. Efectos que no nos permiten desarrollar nuestro potencial y ser el cambio que queremos ver en el mundo.

 

Por todo, esto propongo a las personas que luchan para llegar a fin de mes un sistema de pago basado en necesidades. Así que, si te resultaría difícil costear mis sesiones o talleres y al mismo tiempo consideras que realmente te beneficiarías de ellos, me gustaría que discernieras por ti misma(o) cuánto aportar. Creo que es más sano tener este tipo de interacción en la que basas tus intercambios en lo que necesitas y en lo que puedes dar, pensando en ti misma(o) al mismo tiempo que piensas en los demás.